Relato de regalo
Bueno, Ana me ha obsequiado con un relato el cual, segun dice, ha escrito teniendo alguna referencia sobre mi. Habladurias.
Muchisimas gracias. Me ha encantado.
La primera vez que la vio aún tenía catorce años.
Era el ser más bello que había contemplado en su vida. Era ella. Era simplemente ella. Y quizá fue eso lo que más le gustó.
No hablaron demasiado aquella primera semana. Tampoco había mucho que decirse o tal vez sí, a lo mejor todo estaba por decir, a lo mejor todas las palabras esperaban ansiosas detrás de sus labios, pero los primeros días de clase, cuando uno es lo suficientemente joven, cuando los ecos del mar aún silban entre las sonrisas de las niñas, encontrar las palabras es difícil, parece que quisieran quedarse pegadas al paladar eternamente; pero eso a él no le importaba demasiado. Le bastaba con saber que iba a poder verla cada día. Era suficiente con eso. Lo demás, todo lo demás: su aroma, la caricia suave de sus manos, el roce indiscreto de su pelo o el sabor de su boca se los podía imaginar y con eso un hombre puede vivir siendo feliz para siempre; porque él la amaba, sus catorces años la amaban, su voz aún aniñada la amaba, su corazón joven la amaba, sus manos, que tantos cuerpos habrían de acariciar en busca de su sombra, la amaban.
Por eso nunca se lo dijo.
TALue
Escrito por dario el 17 de Julio 2003 a las 10:52 PM