Diario de una Ameba

Es cierto lo que dices de los olores, sobre todo de los cines. Me sorprende que se entienda el cine como un sitio donde ver una película, cuando nada más entrar huele a palomitas, si es que se las puede llamar asi. Lo flipante es cuando ya, para joder más al personal dan tortas de maiz de estas en plan Doritos, que suenan de la de dios. Pero vamos a ver, como se puede disfrutar de una pelicula con el gordinflon de turno poniéndose tifo a Doritos, Perritos y demás mierdas?

Del hospitl no hablo que me dan mal fario. Por cierto, que se mejore!!

Hola. he leido estos comentarios. Yya se que han pasado dos años, pero me gustaría dar mi opinión, por si alguien lo lee alguna vez. Lo primero que dijo Dario, estoy de acuerdo; creo que no es agrado de nadie el ambiente y tampoco el olor, que aunque no sea el olor más insoportable del mundo, si que te puede llegar a dar malestar ya que pasas bastante tiempo ahí y porque lo asocias a tu familiar enfermo, enfermedades, muertes, etc, así que lo llegas a odiar.

En cuanto a lo del cine, no estoy de acuerdo. Entiendo que para las personas a las que no les guste ese olor, puede ser un problema, pero a mi me encanta. Desde mi punto de vista y el de personas de mi entorno, ese olor nos gusta muchísimo, nos parece muy agradable y no lo vemos como algo agoviante, desagradable o exagerado ni mucho menos. Es más, yo diría que soy adicta a ese extraordinario olor. Y no somos ningún gordinflón de turno ni nada por el estilo, puedo asegurarlo; pero si me gusta, y a alguno de mis amigos también, comprar palomitas, o nachos, o golosinas, o perritos calientes, o helados.....lo hemos probado de todo. Se que para los que no comen nada durante la película, puede ser algo molesto, pero molestar lo hace quien quiere, como por ejemplo las típicas personas que hablan y no precisamente en voz baja, o el grupo de adolescentes que no es ya que hablen, sino que vienen para hacer el gamberro y poner a prueba a los acomodadores, para ver hasta cuando aguantan sin hecharles. También están los que llegan media hora tarde y tienen que pasar por tu fila y pasa otra media hora hasta que se sientan y se acomodan. Yo como, si, pero os aseguro que intento hacel el menor ruido posible, el mínimo, de verdad. Y es que, es genial poder disfrutar de cuatro sentidos a la vez: la vista, el oido, el gusto y el olfato. Mientras ves una película que te guste, comes algo que también te gusta. Que coma en el cine no quiere decir que no sea cinéfila, lo soy y mucho. Viva el FLAVACOL en el AMC, FLAVACOL FOREVER AND EVER AND EVER!!!

Muchos saludos a todos, y PAZ! Noelia.